Usando una de las técnicas más viejas del manual de la mezquina Academia, la sanguinaria Karen Bloodscream ha minimizado el asalto de los Hijos del Nuevo Mundo a la base espacial de su cobarde amo hasta reducirla al nivel de anécdota insignificante. No os dejéis engañar por sus burdas mentiras, la ofensiva gris ha sufrido un golpe demoledor. La Guadaña, que ya dudaba sobre el éxito de su plan de venganza, se ha recluido en una parte de la nave que considera inexpugnable y no se comunica con nadie, ni siquiera con sus superiores de Zeta Reticuli, que están naturalmente inquietos por el curso de los acontecimientos. La sacerdotisa amante del dolor ajeno puede seguir tocando esa macabra lira, pretendiendo que toda va bien y que con el CERN en su poder el mundo es suyo. Dejemos que disfrute su reinado, pues su fin se aproxima de forma inexorable. La Resistencia junto a los Hijos del Nuevo Mundo, usando la valiosa información que nos ha proporcionado el satélite alienígena no pararemos hasta expulsar de la Tierra a los parasitarios Grises. Así lo segura el que esto firma, el investigador de lo desconocido, Patrick Von Steiner y ya sabéis que no doy mi palabra en vano.
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