No estoy en Alemania, apenas estuve el tiempo suficiente para organizar la ofensiva y asegurarme de que os mantendrían ocupados. La llegada de mi aguerrido jefe, el glorioso supersoldado gris conocido como La Guadaña y temido por todo el Universo, no hace más que asegurar el éxito de mi estrategia. Si no sois del todo imbéciles ya sabréis en qué lugar de Suiza estoy. No he vuelto a la patria del botarate Patrick von Steiner por el chocolate o los relojes, de eso podéis estar seguros. Lo que me dispongo a hacer es el verdadero motivo por el que vine a este ignoto planeta, gobernaros sólo fue un aliciente del que ya ha disfrutado suficiente. Es el momento de pasar página. Por si acaso no salís vivos de tierras germanas, me despido con el tema que encabeza esta entrada, de una cantante que goza de vuestras simpatías y con un gran corte de mangas. Espero que La Guadaña os haga picadillo.
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