Ante el anuncio del supuesto supersoldado gris de que ha abandonado su escondite a bordo de la nave desde la que dirigía su "venganza", quiero usar esta tribuna para dirigirme a ese cobarde. No te tememos, más bien es al revés. Cuando asaltamos tu cubil, no tuviste la agallas para dar la cara. Esta vez no voy a permitir que te vuelvas a escapar. te voy a dar tu merecido. Ya estoy pensando en qué parte de tu cuerpo pasará a formar parte de mi colección de souvenirs. Como soy una persona de acción, creo que no tengo más que añadir. Mis acciones hablarán en el campo de batalla de forma más clara que cualquier texto.
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