Leer los delirios del suizo y su panda me provocan carcajadas incontenibles. Su "avance" por tierras suizas es en realidad un lastimero juego del escondite, en el que pierden a alguien en cada parada. Mientras tanto, ahora sí estoy cerca de alcanzar mi meta y darle el uso que se merece a este acelerador de partículas, pero también he dado al fin con algunos sujetos que proporcionarán un rato de entretenimiento a mi guerrera favorita y eso combates merecerán ser narrados, a diferencia del calentamiento que lleva haciendo hasta ahora contra criaturas lastimosas que se deshacen ante su mirada. Si llega el charlatán suizo y su tropa algún día, también recibirán lo suyo. No lo dudéis.
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