Mientras la atención de los medios de comunicación de masas se centra en cómo el bajo precio del petróleo ha provocado la caída del rublo, una crisis de proporciones dantescas se ha desatado en Siberia. Empezó como la mera curiosidad que suele atraer la atención de Patrick Von Steiner, agujeros de gran tamaño que aparecían de forma espontánea y con intervalos de años, un enigma pero fácil de ignorar entre crisis más tangibles. Ahora con el suizo en su tierra natal, sin dar señales de vida, al igual que la Alta Sacerdotisa de los Siete Dolores, y con un escaso equipo destinado en el área, incapaz de hacer frente a lo que sea que amenaza con salir de los "pozos al infierno", no me queda otra opción que viajar en persona, con mi fiel guerrera, Arya Darkstorm a mi vera. No sé que pretende hacer la Academia, ahora que ha reclutado a los reptilianos subterráneos. Me conformaría conque no estorbasen ni hicieran alguna estupidez como intentar incorporar a sus filas al dueño de los tentáculos que asoman por los agujeros. Aunque me temo que en la Legión Ilustrada hay perturbados capaces de eso y más. Debo llegar cuanto antes.
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