domingo, mayo 24, 2015

Por-Bajin

Por-Bajin, así se llama la isla en la que me encuentro ahora, tras evitar alguna patrulla de la corrupta y decadente Academia gracias a la pericia como piloto de Esteban Marín. Como podéis apreciar en la fotografía sólo hay un estrecho acceso por tierra, muy fácil de vigilar, otro motivo por el que esta isla es un emplazamiento perfecto para una fortaleza. ¿Cuál fue el motivo de su construcción?, ¿por qué la abandonaron? Son dos de las muchas preguntas que hemos venido a responder. Los estudiosos dan todo tipo de hipótesis contradictorias para su funcionalidad, desde cárcel a observatorio pasando por monasterio. Son incapaces de ponerse de acuerdo en si querían mantener gente fuera o dentro. Nosotros sospechamos una conexión con los temibles pozos al infierno, que han recuperado su habitual inactividad. Peinaremos de forma exhaustiva estas intrigante ruinas y no pararemos hasta haber obtenido respuestas satisfactorias.

¡Por Isis!

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