Si hay un país en el que me siento aceptado y apoyado como Astreoarqueólogo e Investigador de lo Desconocido es Japón. Su prolífica cultura popular mezcla de formas insospechadas sus tradiciones con lo que reciben del extranjero, ofreciendo una herramienta de valor incalculable para sacar a la luz la Verdad y resolver incontables Misterios. En la fotografía que encabeza esta entrada, podéis verme empapándome de una mítica muestra de la cultura japonesa titulada Capitán Tsubasa pero más conocida en España como Campeones u Oliver y Benji. Tras la intensa labor de investigación de la isla fortaleza de Por-Bajin, es un placer poder relajarse con una obra que ofrece una mirada única sobre el mundo del fútbol a la vez que hace un estudio de la contradictoria naturaleza humana y nuestra nunca saciada y necesaria ansia de superación.
Completo mi primera entrega de lo que espero que sea una provechosa estancia en Japón con una apasionante manifestación creativa del colectivo Mofu, en la que hacen el pegadizo baile del ending de la serie de superhéroes ninja Shuriken Sentai Ninninger. Encuentro su estética dispar y su vitalidad fascinantes. La posibilidad de conocer a personas que se niegan a plegarse a la realidad gris, uniforme y monótona dictada por la opresiva Academia es uno de los principales alicientes para visitar Japón. Si tenéis la oportunidad, no dudéis en hacerlo.
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