La Verdad se abre paso a través de la espesa telaraña de mentiras erigida a lo largo de siglos por la impía Academia. Un nuevo hallazgo se suma a la montaña de pruebas, unos astrónomos de Penn State y Yale han detectado fluctuaciones regulares en la luz de la estrella KIC 8462852 que no encajan con hipótesis vulgares como la presencia de escombros dada la edad de la misma.
Rompiendo el férreo condicionamiento al que fueron sometidos durante su formación, se han atrevido a proponer una explicación tan brillante como heterodoxa, una superestructura alienígena qué absorbe la energía de la estrella en torno a la que orbita. Una solución tecnológica razonable y al alcance de una civilización extraterrestre avanzada. Así es cómo se encuentra vida ahí fuera, buscando fenómenos no naturales, no sentándose en una butaca con una copa y pontificando sobre paradojas y leyes abstrusas, cuyo sentido se ha perdido con el tiempo. Noticias como está son un rayo de luz en la penumbra provocada por el terrorífico plan que hemos descubierto estos días.
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