El anuncio realizado por la NASA de que hay agua líquida en el presente en Marte debería abrir no sólo la puerta a investigar la posibilidad de que hay vida más o menos compleja sino también a que por fin nos tomemos en serio la necesaria expansión de la humanidad por el espacio. Y la principal razón es la misma que nos ha llevado a crear las nuevas colonias autosuficientes, la necesidad de empezar de cero. Sólo hay que ver cómo cualquier movimiento que pretender derribar el sistema se acaba fusionando con el mismo o reemplazándolo con los mismos tics. La cercanía del poder ejerce una influencia tal que olvidan sus "sólidos" principios morales a cambio de gozar de los privilegios que disfruta la casta gobernante. Pero, para empezar de cero, hay que evitar que esa casta nos siga, ya sea a nuestras "polis" como a las futuras colonias en el espacio. Debería haber una criba rigurosa para evitar que los corruptos pongan sus zarpas en Marte, por poner un ejemplo. No tardarían ni un suspiro en monopolizar el agua que corre por su superficie y explotar al resto de los colonos, convirtiéndolos en nuevos esclavos, con el agravio de estar en un planeta cuyo hábitat es abiertamente hostil a la vida tal y como la conocemos.
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