¿Os habéis preguntado alguna vez qué puede desear una persona que posee más dinero del que podría gastar? La creciente concentración de riqueza en unas pocas personas, el famoso 1%, me ha hecho reflexionar sobre esto. Por otro lado tenemos una precarización laboral que lleva a que tener un trabajo no garantice un nivel de vida digno. Patrick Von Steiner cree que la solución que tienen en mente los ricos y poderosos es librarse de la mano de obra que la tecnología ha hecho prescindible. Pero, ¿y si tuvieran otra idea en mente? ¿Qué pueden desear una vez cubiertas sus necesidades económicas? Yo creo que la riqueza no es suficiente para alimentar su ego, de hecho, ya podemos ver cómo necesitan presumir ante el resto de los mortales ya sea a través del clásico reportaje de revista o compartiendo fotos en redes sociales, donde les siguen tanto admiradores como envidiosos o críticos. El siguiente paso seguramente sea querer convertir esa cifra de Amigos/Seguidores en siervos, atados de por vida a sus nuevos amos. ¿Cómo? Recuperando el contrato feudal con las actualizaciones pertinentes. ¿Habrá voluntarios a hincar la rodilla ante empresarios y famosos con abultadas chequeras? No lo dudéis. Cuando uno necesita una fuente de ingresos y sus expectativas en el mercado laboral son escasas cuando no nulas, hará lo que haga falta. Si no actuamos pronto y de forma decidida para frenar este proceso de hiperconcentración de los bienes, estaremos ante el advenimiento de una nueva Era Feudal, en la que los nuevos señores feudales podrán monitorizar a sus lacayos a un nivel que en la Edad Media no se habrían atrevido a soñar. Podrán conocer su posición, su salud, todo. Y lo que es peor, lo harán con el consentimiento de sus siervos, que les estarán agradecidos por proporcionarles un techo y comida a cambio de su fidelidad y renunciar a sus derechos humanos más básicos. Una distopía que estoy dispuesta a combatir con todas mis fuerzas.
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