Los lectores de esta bitácora del pensamiento saben que Agartha es un lugar real, un reino subterráneo gobernado por sabios filósofos entre los que se encuentra nuestro buen amigo y fiel aliado Lionel, el legendario hombre león. No es una fantasía, sino otra víctima de la censura de la decadente y corrupta Academia, que afortunadamente no ha sido capaz de poner sus garras en sus abundantes tesoros, especialmente sus vastos conocimientos. Por eso mismo, cuando nos llega la noticia de que han salido a la luz mapas nazis desclasificados por el antiguo KGB en los que aparecen Asgard y Agartha, junto a instrucciones precisas de cómo llegar a ellos, no sólo la compartimos sino que le damos credibilidad hasta el punto de empezar a indagar sobre la existencia de Asgard en la Tierra.
Para los investigadores de lo desconocido y cualquier persona con un mínimo interés en la cultura popular es de sobra conocido el interés de los nazis por todo lo sobrenatural. Su búsqueda de objetos de poder por todo el mundo, así como su rumoreada posesión de la lanza de Longinus, por ejemplo, no admite discusión por parte de ninguna persona razonable. También sabemos que creían en la teoría de la tierra hueca y que buscaron pruebas que la confirmaran. Es lógico que de dar con reinos y redes de túneles subterráneos lo mantuvieran en secreto, pues su valor estratégico es incalculable. Más aún disponiendo de una flota de submarinos que era el terror de los mares. Os animo a leer el artículo, que también toca aspectos de la cultura pop muy apreciados en este diario como el arte del genial Jack Kirby, concretamente su impactante forma de retratar a los dioses asgardianos y su hogar.