Esta inquietante variante del rape que han descubierto en el Golfo de Mexico posee al igual que sus congéneres más conocidos un órgano que proyecta por encima de la cabeza como si de una caña de pescar se tratara pero en este caso es bioluminiscente. Las teorías más ortodoxas, que cuentan con la aprobación de la corrupta Academia, sostienen que su función es atraer a sus presas y que su brillo es el fruto de la adaptación a su ambiente, en este caso las profundidades marinas. Pero, ¿y si eso es sólo una parte de la Verdad?, ¿y si estamos ante una antena que hace a su vez de cebo? Su aspecto monstruoso junto a lo que sabemos sobre nuestra propia especie, sugiere una intervención alienígena en su desarrollo. Ese órgano bioluminiscente podría ser una forma de comunicarse e informar a sus creadores. El cómo llegan a sus destino las señales es un tema a estudiar que podría revolucionar nuestros medios de comunicación.
No hay comentarios:
Publicar un comentario