La inesperada derrota de Hillary Clinton ha desatado una carrera alocada entre los medios de comunicación para dar con la causa de la misma. La tradicional búsqueda del chivo expiatorio tras una derrota electoral amenaza con convertirse en una caza de brujas que puede llevarse por delante al partido demócrata, despojado de la presidencia y en minoría en las dos cámaras, condenado a la irrelevancia por lo menos durante los dos próximos años. Habéis oído y oiréis muchas teorías que intentan explicar porque los expertos, las encuestas... practicamente casi todo el mundo, se equivocó al pronosticar una derrota segura y aplastante de Donald Trump. Lejos de impartir cátedra como les gusta hacer a los autoproclamados expertos en cuestiones electorales, yo me limitaré a aportar mi grano de arena, señalando un tema que será ignorada, y a lo más tratado una curiosidad con la que rellenar una sección. John Podesta el jefe de campaña de Hillary Clinton es un firme defensor de la desclasificación de los documentos referidos a OVNIs y contaba con el pleno apoyo de la candidata demócrata para sacar a la luz todo lo que sabe el gobierno de los Estados Unidos sobre las reiteradas visitas de alienígenas a su territorio. También desvelaría por fin el misterio que rodea al Área 51. ¿Necesito decir qué siniestra organización se opondría con uñas y dientes a esta decisión? ¿Hasta dónde creéis que estarían dispuestos a llegar para detener a John Podesta? Nos queda la esperanza de que Donald Trump siga siendo tan impredecible e independiente como en la campaña e ignore las órdenes de dicho grupúsculo. El tiempo dirá.
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