Si en Evil War David Braña nos ofrecía un espectacular conflicto en otro planeta entre humanos y demonios, en los Ocultos se junta con el dibujante Juanma Aguilera para hacer una historia más intimista y experimental. Estamos ante un thriller protagonizado por un director de cine con escasa fortuna en la que su sentido de la realidad será puesto a prueba al igual que el de los lectores. Es una historia que engancha desde el precio y que se lee de un tirón, dejando la sensación de que hay detalles que se apreciarán más en sucesivas lecturas. Tal y como dice la contraportada, los autores plantean un puzzle al lector, al que alientan a tomar un papel activo, buscar pistas e intentar averiguar qué es lo que está ocurriendo.
Una obra autoconclusiva muy disfrutable, un regalo ideal en este fechas tanto para el lector asiduo como para el novicio en los cómics. En ambos casos es altamente recomendable, pues aunque es una obra experimental, no pierde nunca de vista su propósito, contar una historia. En ese sentido, no cae en la fácil tentación de hacer virguerías narrativas y estéticas por el placer de hacerlas, dejando el argumento y los personajes en un segundo plano. Aquí todo sirve al desarrollo del puzzle en el que se ve atrapado el protagonista.
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