Al igual que la nuestra, otras dimensiones pueden albergar infinidad de mundos y estrellas, que pueden ser muy variados. Aunque las leyes físicas suelen ser las mismas en toda la dimensión, el haber visitado un mundo no hace que uno sea un experto en dicha dimensión, pues sólo ha arañado la superficie, metafóricamente hablando.
Nuestra primera parada tras cruzar al asombroso Nexo de Realidades es un mundo que recuerda mucho al nuestro, pero con diferencias inquietantes. Lo hemos denominado Mundo Bosque pues parece estar cubierto completamente por árboles. La luz varía a cada paso, cambiando radicalmente los colores. Es un mundo en el que no sabes a ciencia cierta de qué color son las hojas de sus árboles o el suelo que pisas. Sus habitantes, de haberlos, son extremadamente desconfiados y retraídos, pues no hemos visto ninguno. Tampoco hemos encontrado rastro alguno identificable.
Lo más perturbador no es verse sometido a la mutación constante de los colores de todo lo que te rodea, sino a los sonidos antinaturales que parecen proceder de todas partes. Unos sonidos tan atroces que los hemos tenido que sustituir en el vídeo que incluimos en esta entrada por una relajante melodía para que podáis verlo sin que vuestra cordura esté en peligro. Los sonidos son más metálicos que orgánicos, lo que nos lleva a pensar que los producen máquinas, que se encargan del mantenimiento del bosque. Eso explicaría la aparente ausencia de vida no vegetal. De momento es nuestra mejor hipótesis, mas no podremos darla por buena hasta dar con las máquinas. ¿Estarán bajo tierra? Si es así, temo que llegar a ellas puedas ser una meta inalcanzable, pues queremos visitar otras dimensiones. Quizás dejemos alguna sonda, para que continúe nuestra labor de investigación. Estoy convencido de que más tarde o temprano, acabarán por salir a la luz los secretos de este planeta.
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