¡Al ataque!
Decididos a empezar el mes de agosto con un golpe de fuerza, no hemos esperado ni un día más para pasar al ataque y entrar en el nuevo cubil de la corrupta Academia. Las ciberguerreras hemos encabezado el ataque. Como sabíamos que nos estarían esperando, aunque seguramente no tan pronto, hemos optado por ir de cara, sin subterfugios ni maniobras. Con la artillería pesada. Que viera todo el mundo el enésimo combate entre la Resistencia y la Academia. Acompañada de Zirconia Starfighter y Masuimi Max, puede llegar a la sala en la que tenían la Máquina Interceptora, custodiada por una gárgola y una especie de hombre lobo que escupía ácido por la boda. No ha sido una experiencia agradable, especialmente cuando la Máquina se unió a sus dos guardianes, desarrollando extremidades y hablando con una voz extremadamente irritante. No dejó de decir que las vidas de nuestros compañeros estaban en sus manos, que podía enviarlas al Infierno o de vuelta a casa. Podía ser cierto, pero no nos podíamos permitir el lujo de fiarnos de una creación de la Academia, una creación que intentaba maternos mientras nos ofrecía la salvación de nuestros amigos. Fue una pelea dura, pero tras incapacitar a los dos guardaespaldas de la Máquina, pusimos fin a sus días de interferir viajes ajenos. Se fundió en un charco de líquido viscoso, desprendiendo un olor repugnante.
Una panorámica del cubil de la Academia
Con la destrucción de la Máquina Interferidora nos hemos anotado una importante victoria, pero aún tenemos que restablecer el contacto con nuestros compañeros. ¿En qué dimensión estarán? Espero que sea una de las compatibles con la vida humana. Ante todo, no debemos perder la confianza de su capacidad para salir de todo tipo de líos. Son héroes curtidos en mil batallas. Volverán sanos y salvos, os lo aseguro.
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