En mi larga y productiva carrera de investigador de lo desconocido, he aprendido que uno debe estar siempre atento, pues puede aparecer un hallazgo de inconmensurable valor, un indicio de gran valor, incluso una obra evocadora en cualquier parte. Hoy mismamente, en mi habitual y placentero paseo dominical, me acerqué a una exposición dedicada a un insigne escultor, y me topé con la singular escultura que habéis visto al inicio de esta entrada. ¿Qué representa? Mi instinto me hace pensar en una inspiración alienígena, aunque el propio autor no sea consciente de la misma. No sería de extrañar, vivimos bombardeados constantemente por información de todo tipo, que nos afecta, muchas veces sin que nos demos cuenta. Es una de las herramientas favoritas de los enemigos de la Humanidad (la corrupta Academia, los mezquinos Grises, los avariciosos reptilianos...) Los elementos que conforman esta peculiar escultura me hacen pensar en avanzadas tecnologías extraterrestres capaces de fundir carne y metal. ¿Qué opináis vosotros, estimados lectores? ¿Qué es lo que veis en esta inquietante escultura?
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