Gracias a la agencia Reuters, ya sabemos qué motivo ha aducido el FBI para el cierre, ya terminado, del observatorio solar de Sunspot. Se trataría de una investigación sobre la descarga y distribución de pornografía infantil. El sospechoso por el que habría evacuado las instalaciones sería un portero, al que le habrían intervenido un portátil. La pornografía infantil es un crimen muy grave que justificaría la intervención del FBI, pero a poco que leemos con atención el artículo, empezamos a ver agujeros.
Dicen que evacuaron el edificio porque temían por la seguridad de los empleados al ver cómo el sospechoso se alteraba, pero él no sabía que le habían cogido el ordenador. Entonces, ¿por qué estaba nervioso? ¿No sería más sencillo detenerlo? ¿Cómo encaja la oficina de correos en todo esto? Para rematar la jugada, tenemos que ni ha sido detenido ni se han presentado cargos en su contra. ¿Es que lo dejaron solo en el observatorio? No tendría sentido evacuarlo junto a la misma gente a la que quieres proteger de su comportamiento errático. Todo esto huele a chamusquina, especialmente por el uso de un delito tan repugnante como el de pornografía infantil para atajar las naturales sospechas sobre implicaciones alienígenas. No sólo está cerca de campos de pruebas nucleares, sino también de Roswell.
Aquí mantenemos nuestra hipótesis. Un alienígena o humano mutado trabajaba en Sunspost, alguien filtró su identidad a la corrupta y decadente Academia, que ordenó al FBI detenerle y cerrar tanto el observatorio como la oficina de correos. Ahora nuestros esfuerzos se centran en descubrir su paradero, que es como buscar una aguja en un ciento de pajares. No exagero al decir un ciento, puesto que los académicos cuentan con una vasta red de almacenes clandestinos por todo el mundo, en los que ocultan todo aquello que no encaja en su versión aséptica y profundamente falsa de la Historia. Necesitaremos un poco de fortuna.
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