Gracias a Netflix podemos ver esta superproducción china basada en la obra de Liu Cixin, ganador de los premios Locus y Hugo. Con un presupuesto de 50 millones de dólares, el director Frant Gwo nos ofrece una cinta espectacular de dos horas, en la que la Tierra ha sido convertida en una nave especial, que huye de un sol en expansión. Los medios mainstream occidentales la califican poco menos que de panfleto nacionalista y obra derivativa, dos críticas recurrentes a China. La primera es absurda pues la película incide ante todo en la necesidad de que la humanidad trabaje unida, hasta el punto de que las naciones han dado paso a un único gobierno. En cuanto a la originalidad, ¿recordáis otra película en que la Tierra surque el espacio no arrastrada por el Sol sino pilotada por los humanos? Evidentemente habrá escenas y tramas que recuerden a otras obras, pero ninguna se libra de eso. Ni siquiera los clásicos fundacionales de nuestra cultura. Nadie crea en el vacío. Os recomiendo darle una oportunidad, y que la veáis sin prejuicios. Estoy convencido de que la disfrutaréis enormemente. Su mensaje es tremendamente oportuno.
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