En uno de mis habituales paseos por esta maravillosa ciudad que es Santiago de Compostela, encuentro con frecuencia lugares tan interesantes como inquietantes. Hoy os traigo la Casa do peixe. Una casa cerrada a cal y canto, aunque no tapiada como las que sirvieron de incubadoras para los mutantes psíquicos ahora afincados en la cara oculta de la Luna. Las pinturas en la fachada son muy llamativas. Más la ¿sirena? que el pez, al cual estoy más acostumbrado a ver por toda la ciudad. ¿Qué hay en esta casa? ¿una entrada secreta a Atlantis? ¿Criaturas marinas dotadas de inteligencia? Quizás algún día lo descubramos. ¿Vosotros qué pensáis? Os dejo con un par de fotos de la fachada.
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