A estas alturas, seguro que estáis todos al tanto de la amenaza del coronavirus, que ha obligado a declarar la cuarentena en varias ciudades de China y poner en alerta los servicios médicos de todo el mundo. Todo para evitar que se propague esta nueva plaga, que ya se ha cobrado casi cien vidas. Mientras se desarrolla ya una vacuna y se discute sobre el origen de la misma, ¿sopa de murciélago?, no puedo evitar preguntarme si los mutantes psíquicos no estarán detrás del virus.
¡Alto ahí, Patrick!, estarán pensando o gritando a todo pulmón ahora mismo mis críticos más recalcitrantes mientras se remueven indignados en sus vetustas sillas de mimbre, agitando los puños en el aire. A diferencia de ellos, y siguiendo los pasos de mi admirado Maestro, lo que me dispongo a hacer es plantear una hipótesis, algo que podría ser, no que deba ser necesariamente así. ¿Y si la estrategia nuclear es una maniobra de distracción? ¿Y si las recientes incursiones del infame Kernshos en nuestra humilde bitácora son sólo humo y espejos y el auténtico ataque contra la humanidad es el coronavirus? No sería nada casual que el punto cero fuera en China. Todos sabemos los choques entre los cibercriminales de Elysium y el gobierno chino a cuenta de la Luna. Pero cabe otra posibilidad todavía más inquietante, que sean las acciones de otro de los mutantes psíquicos. Entonces, nos encontraríamos con dos ataques simultáneos de características muy diferentes. Uno anunciado a bombo y platillo, y el otro hecho de forma subrepticia, descubierto cuando ya está en efecto. Tenemos la obligación de explorar todas las posibilidades pues el futuro de la Humanidad pende de un hilo.
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