La llamativa pintura en la puerta nos hace sospechar, cuando no tener la completa certeza, de que ese edificio no son unas ruinas abandonadas sino el cubil de alguna organización. La duda es cuál. No faltan grupos clandestinos y secretos por el mundo. Hasta la decadente y corrupta Academia tiene escondrijos repartidos por todo el mundo, como los búnkers de los que os hablamos recientemente. ¿Qué opináis? ¿deberíamos indagar o dejarlo hasta que hayamos lidiado con la potencial crisis nuclear que tenemos entre manos?
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