No sólo se confirma nuestra hipótesis sobre el origen del coronavirus, sino que la realidad la supera. Mientras el virus se extiende por todo el planeta, el siniestro General Kernshos está aprovechando la alerta de la OMS para intentar infiltrarse en la central nuclear de Bushehr haciéndose pasar por personal médico. Y esa no sería la única central nuclear que tiene en su punto de mira. Afirma tener una vacuna para el virus, una vacuna convenientemente secreta y recién salida del laboratorio, hecha a partir de tecnología alienígena. Probada con "voluntarios" humanos, saltándose los test en animales.
Pero este diabólico plan funciona también a la inversa, el sabotaje de las centrales nucleares tiene entre sus objetivos provocar nuevas mutaciones en el coronavirus, que desaten una plaga mucho mayor y complicar inmensamente la lucha contra el virus, que pasaría de ser una cepa a toda una familia numerosa de variantes cada vez más distantes entre sí. Conociendo el punto de origen del coronavirus y una central nuclear que van a atacar, ha llegado el momento de actuar. No tenemos tiempo que perder.
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