En la particular partida de ajedrez que estamos jugando con los mutantes psíquicos y sus lacayos hackers de Elysium, los dos bandos estamos enrocados en nuestras respectivas posiciones en la central nuclear de Bushehr. Cada bando se ha hecho con una parte de las instalaciones, quedando el resto como tierra de nadie, en la que los locales intentan impedir que el lugar sufra un accidente catastrófico. Nosotros compartimos ese interés, pero no lo tenemos tan claro con nuestros enemigos. Y el hallazgo realizado por la magnífica ciberguerra Zirconia Starfighter en una incursión en territorio enemigo nos da motivos para preocuparnos.
La foto corresponde a un templo hallado en México hace más de un año (os dejo un enlace a la noticia ) Esa estatua representa a una divinidad prehispánica particularmente siniestra, Xipe Tótec, el dios desollado. Como os podéis imaginar sus seguidores no sólo le ofrecían sacrificios humanos, sino que desollaban los cadáveres. Pues bien, nuestra aliada vio una estatua idéntica, ante la que se postraban varios de nuestros enemigos. Sus vestimentas apestaban a muerte, cosa de esperar pues estaban hechas con jirones de piel humana. Un espectáculo dantesco, que muestra los extremos a los que están dispuestos a llegar los Enemigos de la Humanidad. Como si no hubiera suficiente terror con el COVID-19. Una cosa os puedo decir, ese despreciable diosecillo no se hará con nuestros pellejos. Así os lo promete Patrick Von Steiner.
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