Este interesante artículo de Business Insider pone sobre la mesa una teoría que venía rondando desde hace tiempo por los habituales círculos conspiranoicos, pero ahora proporcionando fuentes más ortodoxas, que no necesariamente más fiables. La posibilidad de que el coronavirus que nos está amargando la existencia hubiera sido soltado accidentalmente en un laboratorio de Wuhan, siendo Wuhan Institute of Virology el principal candidato dado su historial investigando coronavirus provenientes de los murciélagos. Ojo, soltado, no creado. No es un matiz sin importancia sino una diferencia crucial. Aquí no estamos hablando de un virus artificial, sino de uno natural, y el crimen sería de negligencia en el manejo del susodicho.
Un argumento a favor de esta tesis y en contra de la versión oficial que situaba el origen de esta pandemia en el mercado de Wuhan, es que en dicho mercado no se vendían los murciélagos a los que se identificó como fuente del mismo, ni como condimento de una sopa ni solos, y que el primer infectado no tenía ninguna relación con el mercado. Algunos han llegado a apuntar que paciente cero sería el empleado de un laboratorio, pero me parece esta ya una hipótesis muy aventurada. Ahora los Estados Unidos están investigando esta tesis, pero es evidente que hay un interés político, igual que tras la versión oficial. Parece que volvemos a los tiempos de la Guerra Fría, con China tomando el relevo de la extinta Unión Soviética. En cualquier caso, nosotros sabemos quienes están alentando la mutación de este virus, para crear nuevas cepas más letales, complicando el desarrollo de una vacuna, y nosotros somos los que les estamos plantando cara.
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