Llegó la hora de la Verdad. La visita del General Gorkruullech era la señal de que la batalla por el control de los monolitos era inminente. En vez de alargar innecesariamente el drama intentando robarnos mutuamente de forma subrepticia esta valiosos objetos, los tres bandos aceptamos encontrarnos en uno de los muchos cráteres que cubren la superficie de la Luna y que el ganador del combate se quede con todos. No es la forma más civilizada de hacerlo, pero tampoco es que estemos tratando con caballeros y damas educados en las escuelas más sofisticadas. Nos las estamos viendo con criminales y criaturas criadas en laboratorios clandestinos, en condiciones infrahumanas.
Tres ejércitos, el nuestro el menos numeroso, pero no por eso el menos poderoso. Harían mal en subestimarnos, como prueba nuestro extenso historial de victorias. Al frente de los hackers y los mutantes está el perturbador General Gorkruullech. Al frente de la mezcla de gárgolas y minotauros de la Legión Ilustrada está un centauro con título de Coronel y alma de poeta, famoso por dedicarle sonetos a los enemigos que derrota. Finalmente, al frente de este grupo ecléctico de héroes está quizás el menos bravo de todos ellos, un servidor. ¡Qué la sabia y bondadosa Isis nos guíe en el campo de batalla!
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