La llegada de los Grises nunca es un acontecimiento positivo y esta ocasión no ha sido diferente. Lo que ya era una batalla caótica a tres bandas, ahora es algo del todo impredecible. Hay en liza cuatro bandos teóricos que podrían formar alianzas entre ellos, no ya tanto para alcanzar la ansiada Victoria, como por la mera supervivencia en un terreno que no es amigable con ninguna de las formas de vida presentes. Juega a nuestro favor que los otros tres bandos no tienen ninguna razón para fiarse de los otros dos y muchas para desconfiar. Es lo que pasa cuando una de tus jugadas predilectas es la puñalada por la espalda.
Cualquier espectador de este combate que no esté al tanto de las capacidades de los cuatro ejércitos reunidos, se perdería mucho de lo que está sucediendo, puesto que sólo observaría la parte tangible. Los intercambios de disparos y golpes son lo único visible, pero esta batalla tiene lugar en, como mínimo, dos planos más. Uno es el ciberespacio, donde llevan la voz cantante nuestras ciberguerreras, coordinadas por la tecnomaga Gwen Marsters y los hackers de Elysium. Otro es el plano psíquico, y es la causa de una creciente migraña en todos los combatientes, a excepción de los que están cortando el proverbial bacalao en este plano, los Mutantes Psíquicos (esto es algo evidente, ¿no?) y los Grises. Lo único extraño en este último plano es la ausencia del líder de los mutantes, del que estamos seguros que es el más poderoso, y que podría decantar esa parte del combate. Intuimos que está esperando el momento más propicio para asestar un golpe ganador. Por eso mismo, debemos poner toda la carne en el asador para impedir que esa criatura o cualquiera de los otros dos bandos se haga con la Victoria y los monolitos. Desde este rincón de la Luna, hacemos un llamamiento a todos nuestros aliados. ¡Os necesitamos YA!
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