Como prueba la cantidad de comentarios de la ya mítica entrada de Viaje a otra dimensión, los seres humanos estamos fascinados con la posibilidad de ir a sitios lejanos, y la posibilidad de ir a otra dimensión dispara ese ansia que es la vez escapista y aventurera. El interés de nuestros lectores parece centrado especialmente en ir a dimensiones que reflejen el mundo de obras de manga/anime como Dragon Ball, My Hero Academy..., que se les aparecen en sueños. Eso sueños pueden ser tanto una manifestación de sus deseos como un genuino contacto con una dimensión que bien podría haber inspirado la creación de la obra. Por sistema recomiendo intentar el viaje astral, puesto que es la forma más segura y asequible, pero hay alternativas como los portales interdimensionales en los que se viaja en cupero y mente. Hoy hablaremos de un portal que localizamos el año pasado en Noalla.
Hace un año visité este portal interdimensional junto al Visitante de las Estrellas y dejamos colocados unos sensores para ver si había actividad. Esta semana regresamos y pudimos comprobar que es un lugar de gran actividad, aunque no visible a primera vista. Se puede decir que es el equivalente a un aeropuerto para criaturas de otras dimensiones. La mayoría no son visibles para el ser humano, algunas apenas interactúan con la metaria que compone nuestro universo. Parecen guiadas por la curiosidad. La estancia media en nuestra dimensión es de 24 horas. Afortunadamente, no hemos visto ninguna criatura con intenciones malévolas. Lo más cercano, fue una criatura tentacular que dio media vuelta al comprobar que nuestra atmósfera no era compatible. Ha sido un momento muy especial regresar con el Visitante de las Estrellas a este lugar y hacer investigación de campo junto a él, comprobando cómo se ha aclimatado exitosamente a este planeta tan contradictorio.
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