La Naturaleza nos ofrece continuamente espactáculos sobrecogedores, pero pocos comparables a la erupción del volcán de la isla de Hunga Tonga-Hunga Ha'apai en el Pacífico Sur. Esta brutal explosión alcanzó los veinte kilómetros de altura y pudo ser observada desde el espacio, como se puede apreciar ene l gif con el que abrimos esta entrada. Un islote formado en la anterior erupción fue destruido en la nueva. Me pregunto si dio tiempo a que ocurriera algo en tan poco tiempo. Por nuestra experiencia con los hermanos Holst, sabemos que lugares así, con una existencia tan efímera son muy valorados por los viajeros en el tiempo, pues ellos sí pueden acceder cuando quieran, mientras que al resto del mundo no se le ocurre pensar que podría haber algo valioso en ellos. Y aunque se les pasara la idea, no tendrían tiempo suficiente para ir a comprobarlo una vez que comprendieran su naturaleza. La única forma de comprobar nuestra hipótesis sería viajar en el tiempo a digamos el día anterior a la erupción y ver si hay algo inusual en ese islote.
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