Los gemelos franceses Grichka e Igor Bogdanoff han vuelto a la primera plana tras su muerte por COVID con pocos días de diferencia. Famosos por haber presentado un programa sobre ciencia ficción en los 80 que recreaba una nave especial, no estaban vacunados, no por que fueran negacionistas sino porque confiaban en que su estilo sano de vida les protegiera del COVID. Esta noticia no pasaría de ser una tragedia más, si no fuera porque estaban preparando su regreso a la televisión. A la controversia de su muerte, se ha sumado la generada por el cambio de su aspecto a lo largo de los años. A las habituales acusaciones de abusar de la cirujía plástica a las que se somete a cualquier famoso, respondían negando que se hubieran hecho ningún arreglo estético y que esos cambios eran resultado de experimentos con tecnología avanzada. Lo que resulta innegable es que aspecto actual era inquietante, y hacía pensar en extraterrestres. Además de divulgar clásicos como Doctor Who, El Prisionero y Star Treky entrevistar a grandes artistas como Jean-Michel Jarre, también hicieron sus pinitos en el mundo de la investigación académica tanto en matemáticas como en física teórica. La corrupta y decadente Academia se ocupó de ridiculizar sus papers con la saña habitual de sus mezquinos perros de presa. De hecho, no descarto que estén detrás de su muerte. Uno nunca puede descartar a la Academia en estas situaciones, por muy claro que parezca el caso.
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