Durante un día, Central Park tuvo un cubo de oro, cuyo valor asciende por los menos a casi doce millones de dólares. Pero eso no es lo más llamativo de la obra del artista Niclas Castello, sino la hipnotizante sencillez de un figura geométrica básica hecha de un metal precioso, en uno de los parques más conocidos del mundo. Evidentemente, con su equipo de seguridad. Os animo a leer este artículo para más información. Para esta bitácora, lo más relevante es que junto a este objeto físico habrá una criptomoneda, la moneda Castello y una subasta de los omnipresentes NFTs. Esta claro que es una obra que busca conectar el pasado con el presente, y que ya está despertando debates en las redes sociales.
Aquí no vamos a entrar en las cuestiones morales de crear esa obra o el acompañamiento digital. Lo que nos preguntamos es si el cubo Castello será objeto del interés de la red de cibercriminales Elysium. O de la Academia. Los NFTs son el nuevo campo de juego de los hackers, mientras que el oro va más con el rancio abolengo de nuestros enemigos más antiguos y perversos. No me cabe duda de que ambos bandos buscarán la forma de hacer que el cubo sirva para sus fines. Como una versión "realista" del cubo cósmico de Marvel.
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