la fotografía de Roberto de la Torre, que podéis ver en la exposición sobre la Vía de la plata en la Ciudad de la Cultura, nos muestra una figura tan evocadora como inquietante. Os animo a leer este artículo sobre el origen de esta peculiar leyenda, antes de seguir leyendo esta entrada. Yo creo que entronca con algo básico de la humanidad, algo grabado en nuestro ADN y en la memoria genética de nuestra especie, que aparece en obras de la Cultura Pop como la Cosa del Pantano o el Hombre Cosa, esa fusión entre la humanidad y la vida vegetal nos perturba y atrae a partes iguales. No es de extrañar que la visión de unos seres humanos recubiertos de musgos espantara a los musulmanes que habían tomado Béjar. Me atrevo a aventurar que es posible que les recordara algún incidente previo, ignorado por nuestra cultura occidental, y que fuera esa la auténtica razón de su huida.
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