Los críticos profesionales de cine, tan arrogantes como cortos de mira, juzgarán esta nueva película de superhéroes, basada en personajes de DC Comics, con superficilidad y condescendencia. Independientemente de su edad, todos acaban sonando como viejos académicos amargados, que se agarran a una distición artificial y clasista entre Arte elevado y Arte popular. Su ignorancia hará que se les pase de largo la interesante reflexión que plantea este proyecto personal de Dwayne Johnson, alias The Rock. Este icono de la Cultura Pop, que posee una disciplina de trabajo envidiable, nos ofrece una reflexión sobre lo que significa ser un héroe y sobre el uso del poder. ¿Es Black Adam un héroe o una amenaza? Esa es la pregunta a la que debemos buscar respuesta tanto los espectadores como los miembros de la Sociedad de la Justicia. Da gusto ver a unos personajes tan clásicos brillar con luz propia en la gran pantalla. Sin deconstrucciones, ni aparentando que son otra cosa. Son superhéroes, tienes superpoderes y quieren usarlos para el Bien. La duda es si Black Adam será su aliado o su enemigo. Para saberlo, tendréis que ir al cine. Vale la pena. Y lo digo sabiendo cuánto cuestan las entradas.
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