Elon Musk, más conocido últimamente por su errática dirección de Twitter, ha hecho un anuncio, que de confirmarse podría tener un impacto mucho mayor en nuestras vidas que cualquier red social. Por eso mismo hay que ser especialmente prudentes. Según el magnate sudafricano, en seis semanas empezarán las pruebas en humanos de los chips cerebrales de Neuralink. No estamos ante algo descabellado, pues la competencia, Synchron, ha completado estudios en cuatro personas en Australia. Lo que se espera de esta tecnología recuerda a los milagros, devolver la vista a los ciegos por ejemplo. Incluso aunque nunca hayan podido ver. También rompería la división entre viada orgánica e inteligencia artifical, algo aconsejable si queremos evitar escenarios distópicos que tan bien han sabido plasmar películas como The Terminator o Matrix. Pero todo esto no dejará de ser castillos en el aire hasta que empiecen a haber resultados concretos y tangibles. Otro detalle a tener en cuenta es si la corrupta y decadente Academia no moverá sus hilos para sabotear estos avances. Quién sabe qué pueden opinar al respecto sus Amos, recluidos desde hace ni se sabe en sus lejanos palacios. Nada bueno para nosotros, pues solo nos ven como carne de cañón u órganos de reemplazo.
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