La exploración de la cueva por parte del valeroso Capitán Neyyan Skyssain ha dado frutos extraordinarios. Donde los no iniciados no verían más que un hueco en un muro, al que no dedicarían ni una mirada, nuestro compañero ha encontrado el acceso a una diminuta civilización. Sus compomentes son delicadas criaturas transparentes que han desarrollado una increíble simbiosis con las plantas que crecen en el muro. Las cuidan y las transportan de un lado a otro, buscando los sitios óptimos para su desarrollo. Procuran pasar desapercibidad, pues, como le explicaron al Visitante de las Estrellas, han tenido malas experiencias con forasteros. Por sus descripciones y la baja moral de sus acciones, fue fácil deducir que eran esbirros de bajo rango de la corrupta y decadente Academia, siempre ansiosos de destruir y saquear. Les hemos prometido mantener en secreto la ubicación de su civilización, pero compartir su historia, con la esperanza de que llegue a otros grupos de su especie, con los que no tienen contacto desde hace demasiado tiempo. Conseguirlo sería un milagro navideño.
No hay comentarios:
Publicar un comentario