Leemos con muchísimo interés que el análisis de los datos recogidos por la misión de la NASA Lunar Reconnaissance Orbiter en el 2010 ha descubierto la entrada a una cueva subterránea, y no sería la única en nuestro satélite. A diferencia de la corrupta y decadente Academia, nosotros recibimos los hallazgos que desafían lo que sabíamos hasta entonces con un sonrisa. Durante nuestras peripecias lunares no recuerdo haber topado con cuevas subterráneas, claro que no ayuda el haber pasado dichas visitas combatiendo a todo tipo de criaturas, destacando los mutantes psíquicos. Los medios convencionales señalan estas cuevas como un potencial refugio para los futuros astronautas que vayan a explorar la Luna. Aquí, además nos preguntamos si no estarán ya habitadas. Bien podría haber civilizaciones bajo la superficie de la Luna, escondidas, manteniendo un perfil bajo para evitar ser atrapadas en los conflictos galáticos de los Grises, los reptilianos, la Expedición Delos... Este hallazgo es una razón de peso para volver, pero antes tendremos que resolver este lío de los homúnculos.
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