Parece que la isla de Mykonos será donde se resuelva todo este lío de los homúnculos. El hecho de que ni Fénix Ascendiente ni sus amiguitos se dignen a dar una respuesta adecuada a nuestra oferta no quiere decir que hayamos estados de brazos cruzados, ni mucho menos. Estuvimos en la reunión con el Mortadelo inquietante. Y podéis culpar a Steiner de que le llame así, porque es el que me ha metido el gusanillo por la Cultura Pop, empezando por Paruru, la cual debo reconocer que se ha ido ganando mi admiración a medida que sé más de ella y su peculiar carrera. Fui testigo de la creación del Pez, aunque a mi personalmente no me pareció tan especial como al suizo. Aunque tampoco ayudaba que estuviera ocupada impidiendo que mi homúnculo se lanzara contra su reflejo ampliado, dispuesto a morderle la pantorrilla, porque el pobre no es que pueda aspirar a más.
Viendo que la parte de la investigación ya tenía suficiente personal dedicado, me propuse encontrar más homúnculos, y así probar la sincronización. No fue difícil persuadir a mi pequeño cabroncete de que nos ayudara a encontrar a más como él. Si acaso, debería haber matizado que no tenían que ser copias exactas, con todo su encanto y alegre personalidad. Pero, no lo hice y ahora me toca pagar el precio. Tras visitar media docena de antros que deberían estar cerrados y quemados hasta los cimientos, en los que tuve que pelear con copias de mi querido homúnculo, salvo en algunos casos más feos si cabe, ahora tengo siete. Un buen número que creo que nos traerá buena suerte. Ahora empezaremos a ver de qué va eso de la Mente Colmena de los homúnculos y si puede usarse como arma. En esta parte llevará la voz cantante mi compañero Gzobzhudh.
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