Encuentro pocas cosas más graciosas que la falsa idignación adobada en pompa y retórica vacía. En Daikokuten nos hemos tomado el petulante comunicado de la agonizante Academia como lo que es, un chiste. Se ofenden ante mis formas, poco elegantes y refinadas para sus delicados ojos, pero no les importó apuñar por la espalda a mi creado, el finado Sir Edward Holst ni renegar de su legado, encarnado en la organización de la que me enorgullezco de forma parte, Los Hijos del Nuevo Mundo. Somos los únicos que nos tomamos en serio crear un futuro mejor, una Utopía real, basada en un planteamiento coherente y factible.
Reconozco que podría haber sido más sutil en mi propuesta, pero entonces no sería yo, estaría interpretando un papel que no va conmigo. Yo hablo y escribo como lo siento. Fénix Ascendiente, si queréis alcanzar vuestro verdadero potencial, aquí tendréis un sitio. En la Academia siempre seréis mirados con suspicacia, y a la mínima oportunidad os encerrarán en alguno de sus sórdidos laboratorios. Los mismos de los que salieron experimentos como los Mutantes Psíquicos.
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