Los lectores de esta humilde bitácora ya estáis al tanto del regalo que nos hizo el enigmático conspirólogo y Maestro del disfraz, Augustus Severinus Píngolas. El Pez. Una obra prodigiosa de la Alquimia que nos ha permitido indagar en la mente de los homúnculos. Pero su creador nos pidió que mantuviéramos en secreto hasta hoy otro objeto, que venía en el interior del Pez y cuya existencia descubrimos al estudiarlo. ¡Un segundo Pez!
Tras verlo, y dada la petición del Maestro del disfraz de que mantuviéramos su existencia en secreto, lo devolvimos al interior del Pez, no sin antes documentar el hallazgo, como podéis comprobar en la foto, que incluye el periódico del día. Hoy ese secreto ya no es necesario, pues ha llegado el momento de poenr las cartas sobre la mesa. Hemos empleado los dos Peces en un ritual alquímico para poner rumbo a la legendaria isla de Mykonos y participar en la lucha por el control de los homúnculos. Hemos logrado reunir un grupo potente de aliados, algunos de los cuales hacía tiempo que no veíamos. Tal es la importancia del reto que nos espera. La próxima entrada la escribiré desde Mykonos, junto a nuestra estimada aliada, la ciberguerrera Alice, que merece toda nuestra admiración, y que ahora recibirá nuestro apoyo.
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