Mientras estudiamos con atención la sorprendente invitación que acabamos de recibir, os traemos una noticia que pone en solfa, como no podía ser menos, la visión gris y monótona del Universo que ha impuesto la corrupta y decadente Academia. Por su propia definición, esperamos que los planetas sean esféricos, aunque dichas esferas no sean perfectas, como sucede sin ir mas lejos en nuestro propio planeta. La realidad nos desafía una vez más, pues el planeta WASP-103b tiene una forma ovalada, más cercana a la de un balón de rugby que a un planeta tradicional, como podéis comprobar en la siguiente foto.
La existencia del planeta WASP-103b ya es una señal de que no todos los planetas tienen que ser esféricos, pero es que algunos científicos valientes han lazado la hipótesis de que si la velocidad de giro es lo suficientmente alta podría haber planetas toroidales, con una apariencia similar a un donut, una idea fascinante. Ojalá encontremos algún ejemplo que confirme este interesante planteamiento. Esto es ciencia genuina, que busca ampliar el conocimiento de la Humanidad, en lugar de mantenernos encerrados en la Tierra, aislados de las civilizaciones intergalácticas.
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