Es un alivio ver que Steiner y compañía no se han olvidado de los rehenes de los Grises. Debo reconocer que su repentina pasión por el ganchillo, motivada por Sakura Miyawaki me hizo temer lo peor. Imagino que también habrá funcionado con los Grises, que no me cabe la menor duda de que nos pierden una entrada, especialmente si viene firmada por el suizo. De hecho, sospecho que este blog lo siguen con más interés sus enemigos que sus aliados. Un trabajo menos del que nos tenemos que ocupar. Evidentemente, pueden contar con nuestra ayuda para liberar a los rehenes de allá donde quiera que los hallan llevado los Grises. Contamos con una maravilla de nombre Daikokuten, con la que podemos viajar por el espacio sin que nos detecten.
Pero eso es para el futuro, el presente es una servidora y su nuevo ayudante, el gruñón Jurgen, al que me he ganado de momento con el bingo de juguete. Hemos seguido el rastro del hedor académico a una de sus bases, desde la que organizan esas falsas campañas de reclutamiento para el Nuevo Mundo. Aquí no hay lugar para la negociación, van a dejar de hacerlo y liberar a sus prisioneros YA. Luego ya veremos lo generosa que me encuentro y el precio que tendrán que pagar por sus afrentas contra nuestra organización y el Legado que velamos.
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